Al que quiera nadar un rato, como pato, como pez... que se saque los zapatos como yo me los saqué

Grandes cantidades de agua me llamaban a arrojarme sin pensar en nada más, veía el agua y me fascinaba y me tiraba de donde sea y a las aguas que sea (inclusive las hermosas aguas marrones del delta) Y recién ahí, cuando iba por el aire, sin poder dar un paso atrás, comenzaba a pensar: "profundidad, especies acuáticas que habitan la zona, temperatura del agua, bichitos, remolinos subacuáticos que te chupan hacia el fondo y no te dejan salir nunca más a la superficie -siempre me sonó a bolazo pero por las dudas siempre pienso en ello también-, olas que nunca más te van a dejar volver con tus seres queridos" si, si, todo eso lo pensaba después de que me tiraba porque ahora, que ya viví un poco más, acumulé algunas experiencias que dejaron su marca y me detienen por suerte un poquito antes del gran salto! Los años no son en vano!

Primero debo decir que:

-El agua de los ríos del delta ya no me causan mucha gracia, su color amarronado, su fondo pantanoso... brrrrrrr.... si me llego a tirar algún día de mucho calor pido por favor no hacer pie o de lo contrario puedo estar nadando en medio metro de agua pero ni en pedo apoyo mis pies en ese lodo espantoso... este verano mi principito se tiró y también le dio mucho asco porque hacía pie y sintió esa babosidad... En mi familia a nadie le da asco por lo que yo me pensaba como única boluda a la que le pasaba eso pero empiezo a descubrir que no... pufff, menos mal!! Ahora ya somos dos... sí, ya se, con la diferencia que él tiene 4 años... en fin

-No me gusta para nada estar sumergida cerca de una embarcación, me da pavor, escalofríos, náuseas... no sabría explicar lo que siento en ese momento pero eso definitivamente me descompone... no puedo ver ni tocar el fondo de un barco, la parte que está sumergida en el agua... de sólo pensarlo me da horror... Por ejemplo me da mucha impresión ver documentales que bucean en barcos hundidos!! Yo tuve un intento de bucear -frustrado por cierto- casi me muero de pánico. Empecé a bajar con el instructor y cuando ví el fondo de la plataforma y del botecito en el cual habíamos llegado hasta ahí casi me ahogo...Nooooo, nunca más en la vida, eso no es para mí!!! Mi amorcito estaba re feliz q habíamos pagado y yo no quise saber nada, la gente que estaba con nosotros se mataba de la risa...

-Los arroyos son otra cosa que de chica me encantaba pero con eso de las sanguijuelas tampoco me va. Aunque por lo general son transparentes, punto a favor.

-El mar: no tengo nada contra él salvo las aguas vivas...

PI-LE-TAS!!!!! Lo ideal!!! jajaja salvo que estén sucias...también tuve experiencias sobre eso, por ejemplo sacar la mano del agua con un moco de alguien colgando del dedo!!! puaajjjjjjjjjjjjjj

Una vez, hace algunos años, fuimos a la casa de una amiga en el Delta. La casita está ubicada sobre el río Paraná (para quienes no conocen es un río muy ancho, caudaloso y profundo que además tiene mucha corriente) Llegamos a la tardecita, éramos 4: mi amiga, su novio, un amigo del novio y yo. Hacía bastante calor. Desembolsamos todo lo que habíamos llevado y nos pusimos a escuchar música, beber unos tragos, charlar y empezar a preparar la cena porque ya era medio tarde para el agua... Hermoso lugar, un silencio absoluto, una paz increíble y nosotros cuatro... Salimos a ver la noche, el ruidito de las hojas apenas sonaba, la luz de la casa y más allá la oscuridad absoluta... y de repente pasaba algún barco enorme de carga a lo lejos y veíamos solamente las lucecitas de las ventanas y las luces de navegación... una noche maravillosa... Todo muy cool. Terminamos de cenar y nos dispusimos a jugar al truco. Jugamos y nos divertimos hasta que el momento del juego pasó. A eso de las 3 de la mañana salimos nuevamente... una calma increíble... y nos acercamos hasta el muelle y a mí se me ocurre meter el pie en el agua! para qué? Estaba increíble!!! Mejor imposible!!! Y en seguida me fui a poner la malla para tirarme (sí, porque con ropa -aunque estaba en pedo- no me iba a tirar) Me lancé al agua sin pensar en nada más que en lo bello del momento... obvio que fui la única que se tiró. Y ya en el agua nadé un ratito -no demasiado- porque me fui aguas abajo, claro!!! nadaba bárbaro, avanzaba un montón a favor de la corriente... pero cuando quise volver... empecé a nadar y primero iba para atrás igual, cuando me empecé a dar cuenta nadé más fuerte entonces quedaba en el mismo lugar... Me dije: si me detengo a gritarles que no puedo volver voy a perder las energías que me quedan para nadar más fuerte... Me callé la boca y empecé a nadar con todas mis fuerzas hasta que exhausta pude alcanzar la orilla con la última brazada que me quedaba, con mi último aliento... Ese día, en las aguas oscuras del río ancho me hubiese podido ir para siempre... menos mal que todavía sigo acá y que lo puedo contar... no era esa mi hora...

Debo decir que me volví una precavida total, como si fuera una miedosita, y que perdí un poco la frescura del impulso... la verdad es que disfrutaba mucho de hacer cosas sin pensar!!!